domingo, 23 de enero de 2011

La puntería llegó un cuarto tarde

Pese a lo intempestiva de la hora del partido, 20.45 del sábado y jugando a domicilio en casa de Los Amigos de Raúl, otro de los pesos pesados de la liga, no faltaron a la cita ni la afición ni la intensidad ni la garra visitante, pero si el acierto anotador que durante gran parte del primer cuarto brilló por su ausencia, pese a mover bien el balón y conseguir posiciones de tiro cómodas sobre todo en la zona interior, éstas no se convertían y en defensa nos vimos sorprendidos por sus rápidos contraataques propiciados por su jugador más adelantado, que indiferentemente de si tirábamos de cerca o de lejos y sin prestar atención al rebote, salía disparado a terreno contrario sabedor de que recibiría un pase largo de cualquiera de sus compañeros si estos cogían el rebote, como ocurrió en varias ocasiones de manera reiterada y que tardamos más de la cuenta en atajar. Con todo esto y con un parcial de 16 a 0, aparecía por el pabellón de Pompiliano la puntería del equipo visitante, consiguiendo en un brillante contraataque la primera canasta, para dejar el marcador al final del primer cuarto con un 24 -2 que para nada reflejaba lo visto en el campo y confiando en que jugando así los puntos no tardarían en llegar. Los dos cuartos siguientes 2º y 3º fueron muy igualados ganándolos ambos los villarroyenses por escaso margen y tuteando en todo momento a los Raules que  pese a que nos superaban ampliamente en altura y compenetración no conseguían aumentar la renta pasando de un 33-12 en el descanso a un 41-22 al final del tercer cuarto. Ya en último periodo y sin relajación por parte de ningún equipo se volvió a ver un cuarto muy disputado, que se habrían llevado otra vez los visitantes de no ser por un triple sobre la bocina, cuanto menos dudoso que hacía que se llagase a tablas 13-13 y que dejaba un marcador final de 54-34 y demostrando a nuestro rival que de no ser por la falta de acierto en el primer cuarto  hubiésemos vendido cara la piel y la victoria aunque merecida no habría sido tan abultada.

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